Estrés y problemas dentales

El estrés forma parte del día a día y se refleja en nuestra vida diaria y en la salud de la boca. Los problemas dentales y el estrés están relacionados, ya que este está considerado como un factor de riesgo frente a diferentes patologías de la boca, tales como el bruxismo o enfermedades periodontales, entre otras.

Seguramente te preguntes el motivo de la relación entre el estrés y los problemas dentales, pero te contamos que existen algunas razones que hacen posible que el estrés ocasione problemas en tu boca.

¿Por qué están relacionados?

Cuando sufrimos épocas de tensión, irascibilidad o situaciones agobiantes, ejercemos mayor presión entre los dientes superiores y los inferiores, con más frecuencia de lo habitual, y la fricción entre los incisivos es constante. Además, la presión es tan fuerte que afecta a los músculos del rostro, en concreto, los que sujetan la articulación temporomandibular.

Dichas características generan tal roce entre los dientes que provocan una mayor desgaste de la dentina y, consecuentemente, incrementan las posibilidades de lesionarlos y de provocar otros trastornos.

Bruxismo

Quienes sufren esta patología aprietan la mandíbula o rechinan los dientes. Se realiza inconscientemente y principalmente cuando dormimos. Esto puede desencadenar diversos problemas como pueden ser el desgaste en los dientes, dolor muscular o cefalea.

El bruxismo puede tener origen en un alteración de la mordida, en una mala alineación de los dientes, en trastornos del sueño, …  Sin embargo, el estrés es una de sus principales causas y la opción que menos barajamos al intentar buscarle explicación.

Quizá no identificamos otros síntomas que reflejen un estado de estrés, pero nuestro cuerpo es sabio, por lo que de un momento a otro lo manifestará.

El aumento de presión entre los dientes y la tensión de los músculos faciales (incluyendo la mandíbula y la frente) que se producen desencadenarán efectos como el aplanamiento del borde de los dientes, desgaste del esmalte o pequeñas fisuras en la lengua.

El diagnóstico del bruxismo reside en la utilización de una férula dental durante la noche. Frenaremos así las molestias y evitaremos futuros dolores.

 

Trastornos de la articulación temporomandibular

El estrés puede tener molestas consecuencias en la articulación temporomandibular, generando daños en ella y en los músculos implicados en su movimiento.

Si se percibe sensación de dolor en dicha zona, acude a un especialista ante la duda.

Enfermedad periodontal

Diversos estudios han demostrado cómo el estrés incrementa la posibilidad de desarrollar una enfermedad periodontal o, en caso de que esta exista con anterioridad, se agrave.

Una periodontitis puede desencadenar síntomas como el dolor de dientes, la inflamación, el sangrado y las molestias en las encías. La presencia de alguno de ellos deben hacernos acudir a la clínica dental.

¿Tratamiento preventivo?

El modo más fácil y sencillo de contrarrestar estos daños residen en su origen: el estrés. Practica ejercicios de respiración y relajación, realiza actividades que te ayuden a desconectar, desahogarte con familiares o amigos, …

No olvides acudir al dentista si necesitas realizar un tratamiento para aquellos problemas que hayan podido aparecer a causa del estrés. Además, no descuides tu rutina de higiene bucodental, ya que fomentaremos el desarrollo de otras enfermedades.

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