La gente «tiene miedo» al dentista, ya sea por lo que se ve en las películas o el sonido que se escucha en la sala de espera. Pero todo esto es superado por el temor que tenemos a que aparezcan las conocidas muelas del juicio.
Estas tienen fama de producir fuertes dolores y de necesitar operaciones. Sin embargo, estas muelas son más complejas de lo que parecen. ¿Cuándo salen? ¿A todo el mundo? ¿Cuándo es necesario quitarlas y cómo es la intervención? ¿Duele mucho? Despejamos dudas y mitos sobre el nacimiento y la extracción de las muelas del juicio.
¿Qué son las muelas del juicio?
Las muelas del juicio son los terceros molares. Aparece uno en cada cuadrante bucal, en la parte posterior de la boca. Reciben este nombre porque suelen salir entorno a los 18 – 25 años, cuando la persona ya posee un “juicio” más desarrollado.
Sin embargo, no siempre se cumple, ya que pueden aparecer en cualquier momento o ni siquiera hacerlo en toda nuestra vida. En ocasiones solamente nace una o dos, a veces las cuatro, … pero no al mismo ritmo.
El mayor problema que ocasionan es que salen cuando el resto de nuestros dientes ya se han desarrollado y posicionado, por lo que puede afectarles al resto de los molares, ya sea moviéndolos o ladeándolos.
Además, si no poseen suficiente espacio para emerger normalmente pueden quedar retenidas. En caso de también mostrar cierto dolor u otras molestias, se deberán extraer, aunque tu dentista puede recomendar hacerlo igualmente para evitar futuros problemas.
¿Cómo saber si están causando problemas?
Estas muelas no siempre provocan síntomas. Sin embargo, en caso de existir una infección o provocar otros daños, el paciente puede percibir:
- Encías sensibles, hinchadas o con sangrado
- Dolor e hinchazón en la mandíbula
- Mal aliento
- Un sabor desagradable en la boca
- Presión contra un diente
- La aparicion de caries en una de estas muelas, ya que suele resultar más difícil de acceder a ellas al cepillarse los dientes.
¿Cómo actuará el dentista?
En primer lugar, realizará una exploración y una radiografía de nuestra boca para conocer el estado actual de las muelas del juicio. Entonces aconsejará si se debe realizar la extracción.
La intervención comenzará con la aplicación de anestesia local aunque en ocasiones, dependiendo de la situación del molar a eliminar y del historial del paciente, pueden aplicar anestesia general. (que no es lo común)
Una vez esta ha hecho efecto, se mueve la muela poco a poco hasta que esté lo suficientemente floja como para ser extraída completamente.
Si la muela no posee superficie en el exterior, será necesario realizar una operación más complicada y aplicar puntos.
Tras el tratamiento, el dentista te aconsejará ciertos cuidados para que cicatrice lo más rápido posible y no resulte molesto.
Recuerda acudir a tu profesional de confianza si sufres alguno de estos síntomas, ya que si se atrasas la visita y tus muelas están provocando daños a otros dientes, puede convertirse en problemas mayores.