Ya es posible devolver el color natural a los dientes, aclarándolos y mejorando la sonrisa, dando así un aspecto más joven y natural, gracias a las técnicas que utilizamos de blanqueamiento dental, ya sea en clínica o en la propia casa del paciente.

Una solución sin duda muy práctica y sencilla para mejorar de manera efectiva la decoloración que sufren nuestros dientes, ya sea por la edad o el envejecimiento, o por consumo reiterado de alimentos y bebidas como el café, té, vino tinto o el tabaco.

El tratamiento se aplica en clínica en una única cita en la que se realizan 2 sesiones o mediante el uso de férulas personalizadas a cada paciente que llevará por la noche durante 15-20 días.

Siguiendo cualquiera de ambos tratamientos de blanqueamiento dental o combinándolos si es necesario, y unas sencillas pautas y consejos de nuestros especialistas, tu sonrisa deslumbrará seguro.

El disilicato de litio es un referente en el sector dental, resultante de la combinación de cerámica y vidrio, cada vez más usado frente a otros materiales, con la función de restaurar piezas dentales dañadas. Un tratamiento de garantía para carillas, puentes y coronas que, además de devolver la salud al diente o dientes a tratar, proporcionará una función completa del mismo así como un aspecto estético excelente, al conseguir el tono natural del diente de cada persona.

Además, al usar la tecnología CAD/CAM o de presión inyectada, se utiliza bajo una técnica poco invasiva para el paciente.

Y, para más razones, es además un material altamente resistente, con una durabilidad 3 veces superior a otros materiales que se usan con el mismo fin.

Las carillas de porcelana son unas láminas estéticas y finas, de cerámica, que se colocan en la parte visible del diente que está afectada. Son bastante resistentes, y se fijan al diente de manera sencilla y muy natural, mediante una resina especial, restableciendo la función normal del mismo, como masticar con normalidad.

Además, tienen un aspecto estético muy bueno, en cuanto a color, forma y brillo natural. Son además bastante resistentes y duraderas, y a diferencia de otros materiales, como el composite, aportan la ventaja adicional de que no se manchan ni tiñen con el paso del tiempo.

Las solemos usar en algunos casos como para corregir fracturas de dientes o formas anómalas, cambiar el color del esmalte cuando se ha deteriorado, cubrir espacios interdentales, en dientes manchados… en todos los casos cumplen perfectamente su misión de optimizar la belleza de la sonrisa.

Las carillas de composite son una buena opción, sencilla y económica, cuando el paciente requiere modificaciones leves o se trata de corregir pequeñas alteraciones en sus dientes, ya sea de color o de tamaño de los mismos. Así, en los casos en los que se precise retocar el color de un diente en particular o corregir una parte del diente tan sólo tras un tratamiento de ortodoncia, son recomendables.

Aunque su duración es menor, eso sí, y su calidad inferior a otros materiales de los que disponemos en la clínica, para algunas cuestiones puntuales como las indicadas pueden ser útiles, y por su inmediatez y bajo coste.

En nuestra clínica te recomendaremos de manera personalizada de lo que mejor se adapte a tu necesidad, y las diferentes opciones que existan para mejor tu sonrisa, tanto a nivel estético como funcional.