¿Qué origina el mal aliento?

Categories: Higiene dental

En ocasiones podemos despertarnos por la mañana y darnos cuenta de que tenemos mal aliento. Esto puede ser normal, siempre y cuando no se repita con frecuencia u observemos otros problemas que vayan más allá. Si el mal aliento no desaparece con el tiempo ni tras usar remedios caseros, es necesario acudir a nuestro dentista.

La halitosis es también conocido como mal aliento crónico, que no puede ser eliminado con un simple cepillado de dientes, chicles o enjuagues bucales, y que puede ser signo de un problema mayor.

¿Qué provoca el mal aliento?

Casi siempre el problema tiene origen en la boca, ya que las bacterias que se encuentran en esta y los restos de comida acumulados liberan componentes de azufre. Sin embargo, existen diferentes orígenes:

  • Problema dental: Enfermedades como la gingivitis (inflamación de las encías) o la caries, facilitan la acumulación de bacterias que provocan el mal aliento en lugares donde te es difícil de acceder cuando te cepillas los dientes.
  • Prótesis dental: Si no seguimos una correcta rutina de higiene y no la lavamos cada día, los restos de comida quedarán acumulados en la prótesis.
  • Boca Seca: La saliva favorece la limpieza bucal, ya que enjuaga nuestra boca tras las comidas ayudándonos a eliminar los restos de comida y aporta sustancias que previenen de diferentes enfermedades como la caries. Si no se produce la saliva suficiente, incrementará la probabilidad de desarrollar halitosis. El consumo de algunos alimentos como el alcohol o ciertos fármacos tienen «la boca seca» como efecto secundario.
  • Tabaco: Esta sustancia es conocida por sus efectos nocivos para la salud, especialmente para nuestros pulmones. Sin embargo, no es su única contraindicación. En lo que al ámbito bucodental se refiere, el tabaco oscurece tus dientes y les provoca manchas amarillentas, además de provocar un desagradable aliento en tu boca. Al mismo tiempo, también pueden secarla, por lo que contribuyes a que la halitosis no desaparezca, sino que la incentivas.

  • Enfermedades crónicas: en ocasiones el mal aliento está ocasionado por enfermedades que están fuera de nuestro propio control, como la diabetes o una enfermedad de los riñones o del hígado.

Es por todo ello por lo que debemos prestar atención  al mal aliento y no creer que es un problema secundario. Este puede tener origen en otras enfermedades que necesitan ser tratadas con inmediatez. Además, nos aliviará deshacernos de la halitosis para sonreír sin privarnos por la vergüenza o complejo que nos pueda ocasionar.

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