Nuestra salud bucodental debe ser una de nuestras prioridades. No se trata simplemente de tener una sonrisa bonita y sin caries, pues existen problemas mayores que pueden desencadenar consecuencias como la muerte de un diente.
Nuestros dientes constan de 3 elementos o capas: el esmalte, la dentina y la pulpa dental. Gracias a los nervios de esta última podemos sentir la temperatura cuando se come o bebe, así como la dureza del alimento al morder o dolor.
Si el flujo de sangre de la pulpa dental cesa y los nervios mueren, se producirá la muerte del diente.
Síntomas
Como paciente es difícil identificar que un diente está en peligro, por lo que será de extrema importancia acudir a nuestra clínica para que un odontólogo profesional realice un diagnóstico. Además, debes realizar las revisiones frecuentes aconsejadas.
Sin embargo, nuestra boca puede mostrarnos ciertas señales de ello:
- Cambio de color: en la mayoría de los casos, el diente muerto se oscurece, tomando un tono gris o marrón.
- Inflamación o aparición de pus en el área del diente.
- Dolor: siendo uno de los principales signos que nos ponen en aviso de una muerte pulpar. Cuando este se convierte en intenso, agudo y muy localizado, significa que ha afectado al nervio y estamos en los instantes previos a la necrosis pulpar.
- Mal aliento: aunque puede darse por falta de una higiene bucodental adecuada o por otras razones, también nos indica que existe algún problema en nuestra boca, como un diente picado, podrido o que tiene el nervio afectado.
Causas
La muerte de un diente puede ser desencadenada por numerosos motivos. Los más comunes son la caries y los traumatismos dentales.
- Caries: esta comienza en la capa más externa del diente pero, si no se trata, a largo plazo puede penetrar y alcanzar las capas más profundas, afectando a la pulpa. Si esto ocurre, las bacterias podrán entrar fácilmente en el diente y causar su muerte.
- Traumatismo dental: una caída o un mal golpe pueden provocar daños en el nervio. Al principio pueden ser imperceptibles, pero pueden finalmente incluso ser irreversibles.
Tratamiento
Será el especialista quien nos indique cómo actuar frente a esta situación, ya que cada boca y el estado del diente pueden variar.
Una de las soluciones posibles será proceder a la extracción del diente afectado. Es el último recurso a utilizar cuando no se puede salvar. Consúltanos las posibilidades para posteriormente recuperar tu sonrisa.
Otra sería realizar una endodoncia, lo que nos permitirá salvar el diente. En este proceso se elimina el tejido muerto y la infección, se rellena y sella. Más tarde, puede realizarse un blanqueamiento para recuperar el color natural del diente.
¿Se puede prevenir?
Una de las principales causas que provocan la muerte del diente es la caries, por lo que manteniendo una adecuada rutina de higiene bucodental evitaremos la acumulación de placa bacteriana y de comida entre los dientes y encías. Esta rutina debe incluir el cepillado de dientes tras las comidas y el uso del hilo dental a diario.